Arpilleras por whatsapp en Costa de Marfil

Todo empezó en Instagram por una totebag con hirondelles, en color azul, preciosa como casi todo lo que se cose con el wax de las golondrinas, el dinero también vuela significa pero en aquella ocasión acabaron volando las arpilleras desde Abiyán a Madrid. Vayamos por partes que la historia, como la buena cocina, es de chup-chup lento entre Elisa y Mónica, entre Abese Kakee y Camina Senegal.

En enero de 2023 tuvo lugar la primera conversación sobre golondrinas y en marzo Elisa nos sorprendió enviándonos por whatsapp las 3 arpilleras ganadoras del concurso que había organizado con el grupo de mamás de niños y niñas discapacitadas.

Menuda supersorpresa y que emoción ver aquellas primeras arpilleras cosidas con tanto esfuerzo e ilusión!!! Empezaron los audios de ida y vuelta, compartíamos el sentido más profundo de coser arpilleras mujeres en grupo: reunirse, charlar, compartir, mejorar y caminar hacia la autogestión económica. Insistíamos en «contar historias» y nos videollamamos en marzo. ¡Qué emoción vernos, oírnos y explicarnos! Estuvimos casi media hora conectadas, hablamos del proceso: una idea, una conversación, un dibujo y a coser. Buscaron un dibujo que representara su día a día: una mujer que lleva su mercancía en la cabeza mientras portea a su bebé en la espalda, y empezaron. Era maravilloso ver como la misma idea se plasmaba en tantas arpilleras como mujeres cosían, cada una elegía sus telas, las combinaba a su gusto y le daba su toque personal.

Yurú do miseni na (hilo dentro de la aguja) ó Enhebra-Kalan (coser) – en djula que se parece al bambara y le llaman malinké, es la explicación textual de Elisa.

Y Elisa volvió a Madrid y las mujeres de Abiyán siguieron cosiendo, se habían comprometido a hacerlo, les gustaba, las unía. Las arpilleras crecieron en tamaño y en historias contadas, más personajes, más objetos, más relatos. Tanto que el 19 de mayo se organizó una preciosa exposición de 20 arpilleras en Madrid, menudo éxito!!!

Pero Elisa y Mónica seguían hablándose por whatsapp, nunca se habían encontrado cara a cara, nunca habían podido tocar juntas una arpillera, así que el 27 de junio al fin compartieron mesa para degustar esa gastronomía africana que tanto les gusta en el barrio de Lavapiés en Madrid. Agradabilísimo ratito comiendo y mirando arpilleras, al fin se conocían en carne y hueso!!

Y hablaron de la complicidad que se crea al coser juntas mujeres de aquí y mujeres de allí, de esa sororidad contagiosa y de sueños que podían hacerse realidad. Mónica además recogió su arpillera, la que había cosido con amor Sali Koné titulada «Un día festivo».

Como en la buenas historias faltaba un pequeño/gran detalle: coser juntas, hacer lo que tanto nos gustaba tanto codo con codo. Y como si las piezas del puzle iniciado en enero encajasen, el 21 de octubre en el edificio Nouvel del Museo Reina Sofía en Madrid con motivo de la entrega de arpilleras de Conflict Textiles. Al fin, 10 meses después de nuestros inicios cosíamos juntas y… soñamos con seguir…

Ahora Elisa desde Madrid anima a las mujeres de Abiyán a seguir cosiendo, Mónica está a escasos días de volver a Senegal y seguro que aunque sea poco, aprovechará para coser con los dos grupos Enhebra Nass-Gara en Ibel y Nass-Kafeu en la isla de Ehidj.

Volveremos a coser juntas aquí y allá, volveremos a compartir y a crecer juntas, seguiremos charlando y caminando hacia la autogestión económica de las mujeres senegalesas y marfileñas.

¡Enhebrar las agujas, seguimos cosiendo vidas!